Si atendemos a su base de usuarios, Windows 11 es un gran fracaso. Pero Microsoft sigue incidiendo en los puntos que más irritan a los usuarios.
En los últimos dos meses, Windows 11 ha perdido un número significativo de usuarios. Más o menos lo mismo que ha ganado Windows 10. A los usuarios no les está gustando las últimas decisiones de Microsoft.
Según estadísticas recopiladas por StatCounter, recogidas por NeoWin, en los dos últimos meses Windows 11 ha perdido más del 2% de usuarios. Alcanzó su techo en febrero, con el 28,16% de usuarios de Windows, pero ahora está por debajo de 26% de usuarios.
Windows 10, en cambio, ha ganado sobre el 2% de usuarios en los últimos dos meses, y vuelve a recuperar la marca del 70% de usuarios de Windows, que perdió en septiembre de 2023.
Los usuarios dan la espalda a Windows 11
Quizá estas variaciones del 2% te parezcan pocas, pero estamos hablando de un parque de usuarios de más de 1.000 millones de PCs. Así que Windows 11 está perdiendo millones de usuarios, que gana Windows 10.
Como vamos a ver en la siguiente gráfica que muestra la evolución anual, tras una caída prolongada desde septiembre 2023, Windows 10 comenzó a crecer a principios de año, y desde entonces no ha parado.
Y mientras, Windows 11 ha perdido en los dos últimos meses, todo lo que había ganado desde octubre de 2023.
Recordemos que Microsoft tiene previsto jubilar a Windows 10 en 2025. Algo que, viendo estas estadísticas, no va a pasar.
Los datos demuestran, primero, que la integración de la inteligencia artificial en Windows 11, a través de Copilot, no ha servido para atraer usuarios a Windows 11. Y segundo, que las últimas decisiones de Microsoft, los ha espantado todavía más.
Seguramente ha tenido algo que ver el hecho de que Windows 11 ahora incluye publicidad en muchos países. También, que sigue vetando procesadores. O que esté eliminando funciones del sistema, desde la integración de Android a Windows Mixed Reality.
Que Windows 11 requiera un chip de seguridad TPM 2.0, o que su interfaz esté diseñada para pantallas táctiles (ordenadores Surface), mientras que la mayoría de sus usuarios prefieren ratón y teclado, tampoco ayuda.
Y la cosa no tiene pinta de mejorar. Windows presentará en unos meses nuevas funciones de inteligencia artificial integradas en Windows 11. Pero la mayoría exigirán tener un AI PC, un PC con un procesador que tenga chip de IA. Con lo que dejará aún más ordenadores fuera.
Cuando una compañía camina en una dirección, y sus usuarios en la contraria, es que alguien no está haciendo las cosas bien. Pero, seguramente, a Windows 11 ya no hay quien lo salve. Microsoft ya tiene las miras puestas en Windows 12.